Os quiero contar mi opinión sobre ser el Hermano Pequeño...
Ser el hermano pequeño a veces es guay pero otras no.
Lo bueno:
Que siempre tienes a tu hermana mayor apoyándote *Paula se emociona* El 99,9% de las veces, nuestros padres me dan a mi la razón, tengo más tiempo libre para jugar que mi hermana, porque estudio menos que ella
Lo malo:
Mi hermana tiene cosas que yo no, pero me gustaría, como el móvil y esas cosas, no me dejan salir solo a la calle o acostarme tarde como ella, por las tardes tengo que ir al cole y ella no y es un rollo, hace viajes con sus amigas y yo aún no hago eso...
Pero con sus cosas buenas y sus cosas malas, tener una hermana con la que compartir tantos momentos, es genial. Soy feliz a su lado.
Adioos